lunes, 27 de julio de 2009

Sobre la naturaleza de las cebras (parte 4)



Pasó la primavera mucho más deprisa de lo esperado y cuando apenas pasaban diez días del inicio de Mayo el calor abrasador se colaba por cada rendija de la casa.
Ella se recluía a menudo en su cuarto, que era la estancia más luminosa pero a la vez más fresca de todo el edificio. Desde hacía un tiempo había descubierto una nueva afición con la que pasar el rato: decoraba bustos de madera.
Ocurrió concretamente unas pocas semanas antes cuando descubrió un viejo baúl escondido en una alcoba del cuarto piso: en él habían diversos bustos de madera.
Entre ellos le llamó la atención uno en concreto de una mujer con los ojos cerrados, ella la bautizó como "la reina soñadora" ya que aparte de un tocado en el pelo esbozaba media sonrisa, casi imperceptible.

El primer día lo dedicó a observar el busto desde todas las distancias posibles, de cerca, de lejos, desde arriba, desde abajo... y rumiando que podría hacerle para decorarlo y no romper su magia.
El segundo día lo dedicó a reconocer el material del que estaba hecho, por el olor de la madera se trataba de un platanero, no había duda. Lo limpió con agua y jabón y estuvo limando las pequeñas raspaduras que tenía en la mandibula y la barbilla.
El tercer día bajó a la ciudad a encargar pigmentos para pintarlo y decorarlo, y encontró uno muy exótico de acabado metálico, simulaba a la perfección el cobre y rejuvenecía la madera dandole un brillo espectacular hasta de noche.
El cuarto día empezó a pintarlo: con pigmentos tierra y rojos simuló el color natural de los labios, y aplicó blanco en frente y pómulos. El azul para remarcar el párpado cerrado, colores amarillos para pequeños toques en nariz y orejas, y naranjas para contrastar cejas y barbilla. Cuando terminó con todo el rostro y cuello, empezó a pintar todo el pelo con el pigmento metálico, daba pinceladas en los mechones de pelo igual que si los peinara, y remarcaba con rojos y violetas el tocado que llevaba en el costado derecho.
El resultado de aquel día le pareció inmejorable: la mujer de aquel busto soñaba despierta.

Pasó varios días observándola, cuando leía o pintaba ella estaba ahí con los ojos cerrados y soñando. Era extraño el brillo de su pelo a la luz del sol, parecía simplemente en otro mundo.
Después de tres semanas y de haber llegado a la conclusión de que aquella mujer tallada en madera tenía magia, la envolvió bien en sedas de vistosos colores y la puso con cuidado en un baúl de madera. Sellada y protegida escribió una dirección y bajó al pueblo a enviarla.

Habían pasado meses desde la última carta, y no estaba segura de que él no hubiera cambiado de lugar. No estaba segura ni siquiera de si él querría recibir a aquella musa.

Pero su corazón le decía que debía hacerlo, le decía que a pesar de los pesares cuando abriera la caja ese brillo metálico le haría sonreir, y a poder ser... soñar despierto.

5 comentarios:

  1. Muy chulo Manoli! pero el post anteriooor...XDD!! es genial. Tiemes que explotar ese vena cartoon y de humor! jeje..
    Un abrazo gordo!

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  2. qué bonito todo. honestamente, cada vez que te visito me siento en casa. gracias por eso.

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  3. Recuerdo esos bustos de muñecas que a mi parecer son gigantescas si fueran a tamaño real y completo el cuerpo. Como de dos metros.


    Me suelen gustar ver en casas bustos, cuadros, muñecas que en sus ojos o almenos su estancia han pasado otras manos, y personas, y momentos.

    Un día te enseñaré una foto de un cuadro que tenemos en casa. Es una especie de Santa María pero unos colores y estilo extraño. Igual sepamos de donde salió, quizás de los años 70 locos.

    A mi hermana de niña le aterrorizó una muñeca que andaba, le superaba por medio metro diria.

    Recuerdo leer leyendas de la idea de pasar por magía Vudú almas en muñecos.

    Pero también es reconfortante encontrar muñecas, bustos, y sean cuidados en años de descuido en trasteros. Quieres pensar que le quitas lo negativo que ha recogido y la luz le llene de nueva energía y positiva.

    ¿Que será dentro de siglos? ¿habrá familias que encuentren muñecas de estos días? De niño tenía la idea de dejar en mi casa en algun rincón objetos, papeles que retuviesen aquel momento en el tiempo. No ha sido asi por ahora pero soy bastante enfermo de síndrome de Diógenes sentimental.


    La mayoría de figuras nos hacen sentir que duermen, piensan o mirada perdida en el tiempo. ¿Qué tal si un día me dedico a crear una que sonría, hasta que le llegue su último destino?

    Id a ver algun día autómatas con ojos de cristal, parecen tener vida en alguna parte de su interior. ¿Por qué creeis que los Moais de la isla de Pascua no tienen ojos? Se dice que fuesen poderosos por su mirada.


    PD.: En otoño la moza del relato debe volver a salir de su casa, algun paseo, ¿no?

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  4. Qué gusto levantarse con un blog como el tuyo. Me han gustado tus ilustraciones, tus escritos, tu música... Volveré a visitarte, no lo dudes

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  5. Eres un genio dibujando y escribiendo una fiera. Lo de ser artista lo llevas de fábrica.

    Un besuco

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Buenos días. y por si no volvemos a vernos: buenos días, buenas tardes y buenas noches.