Un desastre, lo sé.
Llevaba varios meses demasiado ocupada como para poder centrarme en todo lo que tenía pendiente, pero el verano ha llegado, y con él, toda la larga (asombrosamente larga) lista de tareas pendientes.
Una de las primeras era la de hacer un regalo que llevaba en pause más de siete meses, un regalo de Navidad que no llegó por falta de tiempo (y de unas cuantas neuronas). Espero que la (vergonzosa) espera valiera la pena, eso sólo el destinatario lo sabe.
También tenía pendiente darle un empujón a mi pequeñita y virtual tiendecica (
click!), donde pongo a la venta joyería ilustrada y muy pronto más cositas que aún no puedo contar.
Así que he aprovechado que necesitaba un cambio de imagen y una puesta apunto para remodelar también el blog y el portafolio (
click!), mucho blanco y a la vez mucho color, una pelea a muerte con
xhtml,
css y algo (algo) de
php que parece haber dado sus frutos.
Muchas otras cosas siguen en la lista, cosas que iré solucionando poco a poco... colaboraciones, proyectos que justo empiezan a arrancar, retos que parecen monstruítos con muchos dientes y nuevas ilusiones que brillan por sí solas.
Calma y buena música, el resto sale solo.