Whatever tomorrow brings, I'll be there

Llevo unos días hablando de Incubus, no es algo habitual, y es que aunque hayan pasado diez años desde que los descubrí una tarde viendo MTV2 y que en mi nuca haya un tatuaje que los referencie por siempre, hacía tiempo que no los escuchaba a consciencia.

Incubus es uno de esos grupos "especiales", aunque ya he citado en más de una ocasión la importancia que tiene para mí la música, hay cierta música que especialmente ha marcado etapas de mi vida, y en consecuencia, me ha marcado como persona.

Incubus fué el primer grupo que significó mucho más que notas y acordes y que adquirió un caracter atemporal, aunque no ha sido el único, Mogwai o Love of Lesbian están en el top también, y lo estarán siempre. A pesar de que ahora la música de Incubus deje mucho que desear, y sus últimos discos no me hayan convencido lo más mínimo, los gratos recuerdos que conservo de Make Yourself, Morning View o S.C.I.E.N.C.E son sin duda alguna, tesoros.

El otro día en el tren, antes de hablar de Incubus y de reflexionar sobre todo esto, me puse a dibujar un perfil masculino, y me pasó lo que me pasa siempre, acabo dibujando pequeños clones ficticios de Brandon Boyd, el lider del grupo, en su época de Drive. Algo distintos, con más barbilla, más nariz, con menos melena, pero con algo de su esencia.

Ando muy lejos de que me gusten los chicos que dibujo, sigo sintiéndome una lerda con este tema, pero es curiosa la vida, caer en la cuenta de algo que tu subconsciente tenía presente desde mucho antes que tu parte consciente.

Hay que dejar que el instinto hable por si mismo, y escuchar de vez en cuando a esos grupos importantes que significan mucho, terapia recomendada al 100%.