
Sólo queda ser sensatos
y aceptar que siempre fuimos
satélites de amplia trayectoria,
tantas veces intangibles,
de aquellos que sólo alumbran
cuando dejas de buscar.
Nunca enseño los (no muy abundantes) hombres que dibujo, porque nunca me gusta como se ven. Este se salva, un poco.
En momentos de poca inspiración lo mejor es la música, así que si quereis un consejo, no le deis importancia a la imagen, sinó a la melodía.
Iré mejorando, poco a poco.