Tengo hermanas mayores. Ese es un hecho que me ha acabado definiendo siempre. He heredado de ellas ropa, gustos musicales, libros de texto... y también comics. Me crié leyendo Candy Candy, pero si tuviera que hablar del comic de mi infancia sin duda sería Esther. Las historias dibujadas por Purita Campos me acompañaron durante veranos y veranos en que siempre me acababa identificando como Esther. Quizás fueran las pecas que ambas tenemos o quizás su espiritu luchador.Este último Sant Jordi tuve la gran oportunidad de conocerla en persona y que me firmara un ejemplar de las nuevas aventuras. Y no solo eso sinó que me dibujó una mini Esther! es una mujer encantadora... de una elegancia y un saber estar increibles.
Esta es Esther en mi cabeza, en mis manos.... Muy diferente a la Esther de Purita pero de espíritu identico. "Tremendísima ilusión me hace el conocerla...." le dije, y ambas sonreimos de oreja a oreja. No hay nada como acercarte a los que consideras iconos para ver su humanidad, para saber que al fin y al cabo todos somos personas corrientes.
